lunes, 27 de abril de 2009

vivir aterrorizado ante lo invisible: la paradoja del ser humano postpostmoderno


INCENDIADO






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domingo, 26 de abril de 2009

sábado, 25 de abril de 2009


acabo de soñar que tenía un departamento al lado de la feria (aunque se relacionaba su localización también con la zona centro), siempre había sonidos de tambora y música estridente.

a pesar de todo eso sentía algo bonito por estar ahí.

un día llegué y alguien estaba ahí (un hombre) y recuerdo que había hecho algo, no recuerdo muy bien qué, pero era algo digno de arresto y demás procesos judiciales.

a partir de ahí mi sueño se convirtió en una carrera por descubrir la identidad de este misterioso hombre, logrando casi nada, salvo ver siempre (el edificio del departamento era de varios pisos con una escalera de caracol que unía a todos ellos) cuando salía a un hombre parecido al que había cometido el crimen. hacía un ritual extraño en el cual subía la escalera y al mismo tiempo subía otro hombre muy parecido a él en el piso de abajo (nunca se les veía el rostro, todo era un juego atractivo de claroscuros), era como un mecanismo de sombras simétricas que nunca se alcanzaban.

estaba también la figura perturbadora de un niño (que siempre relacioné oníricamente con la infancia de aquel hombre misterioso). siempre lo veía al asomarme a una ventana que aparecía (a veces, no siempre) al lado de mi puerta. tenía un peinado parecido al de kim ann y siempre se movía como en cámara lenta, sólo una vez me vio desde el pasillo de enfrente y tuvo una sonrisa algo maléfica en su rostro.

un día sonó el timbre, bajé y abrí la puerta de la calle y eran alrededor de 20 personas, algunos conocidos míos y otros nomás de vista, todos iban ex profeso a mi departamento a chelear y cotorrear tranquilamente. yo, con mi amabilidad característica (a pesar de mi natural asombro por su súbita presencia) los dejé pasar.

al llegar arrba de nuevo, estaban mis sobrinos (bueno, sólo sara y no se si jose maría o emiliano) , viendo la tele, todos convivimos en tranquilidad, aunque con una aburrición algo imperante.

creo que eso fue el final de éste sueño amorfo, no se si sean los efectos de una influenza primigenia en mi cuerpo y cerebro, o sea un episodio de mi encuentro con un misterioso asesino de sombras por venir.

quién sabe.

viernes, 24 de abril de 2009

sábado, 4 de abril de 2009